Hablar con uno mismo puede que parezca algo ingenuo o que sea por causa de alguna enfermedad mental. Sin embargo, hablar con uno mismo permite algo que no puede dejarse de lado: el cerebro funciona mucho mejor, su capacidad de percepción es más hábil y además gestionamos de forma adecuada el mundo emocional.
En espacio Facebook Live, IAFA en Conexión de este lunes 16 de enero, https://fb.watch/i5cUr1Y0Am/, la doctora Lezahairam Thomas Cornejo, enfermera del Proceso de Atención a Pacientes y el trabajador social Luis Duarte Picado de Casa JAGUAR, invitaron a las personas a trabajar en su salud física y mental y hablaron de la importancia de aprender a hablarse y escucharse.
¿Por qué es importante hablar conmigo mismo?
“Porque puedo organizar mis pensamientos, puedo planear mis objetivos y las metas que quiero lograr; me permite ver el panorama que deseo cumplir y me auto motivo” Dra. Thomas Cornejo.
Luis Duarte dijo que es importante además conocer que el hablarme a mí mismo incentiva el desarrollar auto cocimiento, que es un elemento fundamental en la vida de cada persona, esto nos permite conocer mis gustos y disgustos, el poder elegir aquello que me hace bien y alejar aquello que no.
Para incentivar esto, se pueden utilizar preguntas abiertas que inviten a la reflexión, al pensar así incrementar la conciencia sobre nosotros mismos y la interacción de nosotros con el mundo.
¿Por qué es importante aprender a escucharse?
“Porque me permite escucharme a mí mismo, entenderme, comprenderme, me ayuda a tomar decisiones, fortalece mi seguridad, me da autoconfianza, me ayuda a sentirme mejor, a validar lo que siento: es importante que nos escuchemos con amor, para entender nuestras emociones y les demos valor” Thomas Cornejo.
“En cuanto al escucharme esto nos permite, además de fortalecer el auto conocimiento, poder mejorar nuestra salud tanto física como mental, siendo que esta habilidad se desarrolla desde el auto cuido, donde puedo ser capaz de “sentir” mi cuerpo y desde esta escucha poder brindar aquello que mi ser necesita” Duarte Picado.
¿Cuáles son mis sueños?
“Un sueño es un proyecto de vida que podemos generar. Los sueños varían de persona a persona; para algunos puede ser cumplir metas académicas, deportivas, artísticas, culinarias, familiares o laborales. Lo importante es proyectar cómo cumplir ese objetivo, ese sueño, esa meta y proponérselo desde la asertividad y con los pies puestos en la tierra”.
“Se recomienda escribirlo y programar un tiempo para desarrollarlo, luego tomar acción, es decir, matricularse y súper importante la actitud debe ser lo más positiva posible y disfrutar el proceso”, explicó la enfermera.
El trabajador Social agregó que en algunos casos vemos esos sueños como inalcanzables, lejanos o difíciles de lograr; para esto primeramente es importante recalcar que nuestros sueños se pueden lograr, pero el logro de los mismos se debe ver como un proceso en el que se van realizando diferentes actividades que nos permiten llegar a ellos, si lo “desmenuzamos” o lo vemos por partes y desde esta visión vamos tomando acción, nuestra visión de imposible cambia a posible.
“Se recomienda hacer una diferenciación de las metas a corto, medio y largo plazo. Si divido lo que puedo hacer o necesito hacer de forma inmediata se me da la oportunidad de adquirir conocimientos y habilidades para continuar y llegar por fin a poner un check en eso que un día soñé” motivó el profesional.
¿Qué quiero para mi vida?
Duarte Picado enfatizó en que son diferentes los momentos en el que las personas nos realizamos esta pregunta, cuya respuesta incluso va a ser tan diferente como ese momento en el que nos la hacemos, variando además según la persona que se lo cuestione.
“Esto se debe a que cada ser humano es tan único y tan especial, que aquello que quiere tiene relación con su proceso de desarrollo y con el medio en el que se ha desarrollado y con aquello a los que ha mostrado interés. Pero este cuestionamiento del ¿qué quiero para mi vida? Puede ir más allá, podemos incluso profundizar y visto desde la logoterapia en lo que se conoce como “sentido de vida”, perspectiva que nos muestra “el sentido” como una manera de ver el mundo, de vivir, en la cual todo tiene un significado profundo y vivo, desde el cual, se le muestra al ser a dejar una vida autómata (automático) para llevarlo a la autonomía, a la auto trascendencia y con esto existir en plenitud, viendo desde la libertad y con responsabilidad”.
“Cuando hemos desarrollado esta visión sobre nuestra existencia, vivimos una actitud ante el futuro que quiero construir, basada en el presente, formando incluso una capacidad diferente más “positiva” para responder o afrontar las diferentes circunstancias por las que atravesamos en el camino de la vida”.
“Reconociendo nuevamente que somos libres para vivir la vida y escoger el destino. Esa misma libertad que nos permite elegir voluntariamente asumiendo nuestros motivos para actuar, pensar, sentir y estar en el mundo”.
¿Cuáles son mis fortalezas?
Es una pregunta qué puede hacerse en el lugar que le dé paz y tranquilidad. Responderse soy persona ordenada, disciplinada, organizada, me gusta aprender distintas áreas, me gustan los retos. Cuando la persona se auto cuestiona de repente se da cuenta de habilidades y capacidades que tiene y que no las conocía.
Identificar nuestras fortalezas puede ser fácil, pero conocer nuestras debilidades e identificarlas, puede ser más complicado, pero hay que intentarlo. Es posible que esas debilidades se transformen en fortalezas.
Parte del autoconocimiento es poder conocer aquello que nos ayuda a lograr esos sueños, metas, lo que nos sale mejor, y que para ser conscientes de estas cosas necesitamos cuestionarnos ¿Quiénes somos? ¿Qué me gusta? ¿Qué cosas hago bien? estas pueden ser preguntas que me haga en esos espacios de auto reflexión o incluso que puedo discutir cuando esté con mi red de apoyo.
Ambos profesionales comparten algunas recomendaciones sobre actividades para una vida saludable:
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