En relación al Proyecto de Ley N°21.745 “Ley de autorización para la publicidad y patrocinio de bebidas con contenido alcohólico en el deporte y creación del fondo nacional para el deporte de alto rendimiento”, el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) mantiene su oposición ya que considera que es fundamental la necesidad de legislar a favor de la salud pública para proteger a la población nacional, especialmente a las personas menores de edad.
Este proyecto de ley se argumenta bajo el principio de la escasez de fondos para el apoyo o impulso de las diversas disciplinas deportivas debido al contexto actual, sin embargo, al respecto debemos mencionar que recientemente se aprobó la ley 9740, “Reforma del artículo 29 de la ley N° 9028, ley general de control del tabaco y sus efectos nocivos en la salud”, esta reforma generó una disminución del 5% de recursos provenientes de la venta de productos de tabaco al sector salud, específicamente al IAFA, este 5% que equivale a 573.400.000,00 (quinientos setenta y tres millones cuatrocientos mil colones exactos) se destinó al Instituto Costarricense del Deporte (ICODER), con el objetivo impulsar el deporte nacional y apoyar a los deportistas de diferentes disciplinas.
Respecto al proyecto de ley en cuestión (N°21.745) demuestra que su intención es la promoción y el consumo de bebidas alcohólicas, ya que busca autorizar la publicidad de alcohol en deportes y en eventos de todo tipo “es preocupante la indiferencia y descuido hacia la salud y el bienestar público, al hacer caso omiso de los costos personales, familiares y sociales que implica el consumo de alcohol, especialmente el consumo nocivo”, indica Jesús Méndez, Antropólogo de IAFA.
El artículo 12 de este proyecto señala que: “este patrocinio podrá ser utilizado en las marcas o nombres de bebidas con contenido alcohólico, en publicidad relacionada con el deporte, así como en vallas publicitarias en los estadios y gimnasios, rotulación de uniformes, medios de transporte utilizados para competencias y artículos deportivos de todo equipo, asociación, federación y liga deportiva. Asimismo, podrá patrocinar todo tipo de actividades, deportivas recreativas o culturales”, esto evidencia que con este proyecto de ley se pretende patrocinar todo tipo de actividad y/o evento, lo cual significa la presencia de la publicidad del alcohol en todas las esferas de la vida social, económica y cultural del país, lo que conllevaría a una exposición irremediable de este tipo de publicidad a las personas menores de edad.
En concordancia con el criterio emitido por IAFA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma: “la regulación de la comercialización del alcohol se ha destacado como una de las “mejores inversiones” para reducir los daños relacionados con el consumo de alcohol; en los daños se incluyen las enfermedades físicas, mentales, accidentes de tránsito, violencia interpersonal y enfermedades no transmisibles (ENTs).”
Otro detalle es que se debe de tomar en cuenta que el Informe Final sobre la Reglamentación de la Comercialización del Alcohol de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) del 2016 cita que los gobiernos deben:
Adicionalmente se debe mencionar que el proyecto no cumple con los requisitos de salud como derecho fundamental, ni atiende la prevención primaria ni la prevención secundaria del problema de la salud pública del consumo de alcohol; esto debido a que aborda una temática únicamente desde la perspectiva económica de los empresarios; a simple vista, el mayor beneficiario de este negocio es la industria del alcohol, haciendo caso omiso de los altos costos que tienen para el país los problemas asociados al consumo de alcohol, que representan una enorme carga económica a la estructura productiva y de salud del país, así como el inconmensurable dolor y sufrimiento para la persona afectada y su familia.
Entre los factores más fuertemente asociados al inicio temprano en el consumo está la alta disponibilidad de bebidas con contenido alcohólico, el costo, la publicidad y el patrocinio de bebidas alcohólicas, elementos que incurren en una mayor exposición de los productos de bebidas alcohólicas, y sus marcas, a la población menor de edad.
Se tiene certeza científica que una de las poblaciones más afectadas por el mercadeo, publicidad y patrocinio de bebidas con contenido alcohólico son los adolescentes, porque en ellos el consumo de alcohol muestra tres vulnerabilidades distintivas: la impulsividad; la autoconciencia y la duda de sí mismo, esta influencia se intensifica debido a que la publicidad de bebidas alcohólicas incorpora elementos atractivos para los jóvenes, como humor, música de moda, aspectos tecnológicos innovadores, elementos de fiesta, relaciones equivocadas entre pasarla bien y consumo de bebidas alcohólicas, entre otras, lo que refuerza la hipótesis de que la exposición a la publicidad del alcohol y las reacciones afectivas a los anuncios en televisión influyen en el consumo de alcohol.
En la actualidad hay estudios que demuestran los claros efectos de la publicidad en los jóvenes, estos estudios advierten que los mayores gastos en publicidad de alcohol en el mercado estaban relacionados con mayores niveles de consumo de alcohol en los jóvenes y aumentos más pronunciados en el consumo con el tiempo. Los jóvenes que vivían en mercados con más publicidad de alcohol bebían más, y aumentaron con el tiempo los niveles de consumo de alcohol, y continuaron el aumento de los niveles de alcohol en sus últimos veinte años. Los jóvenes que vivían en mercados con menos publicidad bebieron menos alcohol y mostraron un patrón de aumento modesto de su consumo hasta los veinte años, cuando sus niveles de consumo comenzaron a declinar.
Los resultados de los estudios internacionales recientes relacionados con los efectos de la comercialización del alcohol demuestran que:
El grado en que la comercialización del alcohol afecta a los jóvenes incide negativamente en el disfrute de los derechos humanos, IAFA como gobierno y ente rector en prevención, tratamiento e investigación del fenómeno del consumo de drogas está en la obligación de proteger estos derechos.
Respecto al impacto de la publicidad en los deportes, la evidencia científica internacional es amplia; existe una cantidad considerable de documentos que permiten validar la relación existente entre la exposición a la publicidad de bebidas alcohólicas, ya sea en eventos deportivos o por otros medios, y el aumento en consumo de bebidas alcohólicas y las consecuencias de este aumento y por ende el impacto que tiene sobre poblaciones con mayor vulnerabilidad tales como los menores de edad y personas en abstinencia.
Mediante la aprobación de este proyecto de ley, las empresas productoras, comercializadoras o distribuidoras de bebidas alcohólicas lograrían cambiarle la imagen a sus productos, al asociarlos al deporte y, con ello, a estilos de vida saludables promovidos por todo el sector salud del país, afectando así las políticas preventivas y dirigiendo el mensaje a la población en general incluyendo a las personas menores de edad que son seguidores de los diversos deportistas, lo que repercutiría seriamente en los patrones de consumo y los factores de riesgo asociados.
El inicio del consumo de alcohol y el desarrollo de patrones de consumo problemático es un fenómeno exclusivo de la adolescencia. Los adolescentes que inician el consumo a los 13 años tienen 6 veces más probabilidades de desarrollar problemas con el consumo y conducir luego bajo los efectos del alcohol.
En un estudio reciente de los niños y adolescentes internados en el Hospital Nacional Psiquiátrico se indicó que el 75% había consumo alguna droga. Con respecto al alcohol se encontró que el 70% había consumido esta sustancia, y, lo más relevante, se determinó
que los que habían consumido alcohol tenían 6 veces más posibilidad de consumir otras drogas; el consumo de alcohol a temprana edad, violencia intrafamiliar, consumo en los padres y pares fueron los factores de mayor peso para predecir trastornos por consumo de drogas.
De igual manera en los adolescentes atendidos en el IAFA, en el último quinquenio se tiene constancia que al menos el 90% de los menores refirió consumo de alcohol, lo que indudablemente deja de manifiesto la fácil adquisición a esta droga.
El IAFA realiza desde el año 1990 una serie de encuestas sobre patrones de consumo de drogas en Costa Rica. Estas investigaciones se realizan con una periodicidad de 5 años, y dan cuenta de los cambios generados a lo largo del tiempo.
En el caso del alcohol, desde el año 2000 se presentaba una disminución paulatina de niveles de prevalencia en consumo, cuyo punto más bajo fue el año 2010 (20,5%). No obstante, se percibe un aumento importante en el total de consumidores, ubicando la cifra en un 27,9%, mucho mayor a la que se presentó en el año 1990, considerando además la existencia de una mayor densidad poblacional en un periodo de 25 años. Las estimaciones por grupo de edad, en el último quinquenio, presentan un aumento en el consumo del año 2010 al 2015 en la mayor parte de grupos de edad, debido entre otras cosas, a una disminución en los controles de publicidad relacionada con los productos de bebidas alcohólicas, así como a una mayor variedad y disponibilidad de productos.
Actualmente en el Ministerio de Salud, existe una Comisión para la Regulación y Control de la Publicidad Comercial de las Bebidas con Contenido Alcohólico con la que se está trabajando de manera conjunta el tema.
Ante la situación económica actual IAFA recomienda que, si se pretende beneficiar al deporte con ingresos nuevos, la medida correcta es aumentar el impuesto a las bebidas alcohólicas. En todo caso, las políticas de precios inciden directamente con una disminución en las prevalencias de consumo, toda vez que los consumidores, especialmente las personas que presentan un consumo nocivo y los jóvenes, son sensibles a las variaciones de los precios de las bebidas alcohólicas. Esta es una de las mejores medidas costo – efectivas: no presenta costos y sí muchos beneficios para la sociedad.
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