En el contexto actual la incertidumbre está presente, dado que las rutinas y condiciones de vida a las que se estaba acostumbrado han variado significativamente. En consecuencia, es probable que, algunos días, las personas sientan un mayor riesgo de sufrir una recaída.
Las presiones asociadas a la pandemia del coronavirus nos exponen a una mayor vulnerabilidad emocional, dado que la angustia, el estrés y la ansiedad, a veces, tienden a sobrepasar nuestro estado de ánimo, o en otras palabras, “a bajar nuestras defensas emocionales”.
Las recaídas suelen presentarse ante situaciones de alto riesgo, internas o externas, lo cual representa para la persona una amenaza y la impulsan a retomar el consumo de la sustancia psicoactiva (tabaco, alcohol, entre otras) que previamente consumía.
Por lo tanto, no sería extraño que en estos momentos puedan sentir que ese autocontrol o motivación que los ha llevado a no consumir durante mucho tiempo, está perdiendo su fuerza.
Pues bien, si se siente identificado con lo que están leyendo, es importante que recuerde que tener una recaída no necesariamente implica que la persona debe o va a volver a los niveles de consumo que tenía previamente a la abstinencia. Dicho de otro modo, una recaída no implica un “permiso” para continuar el consumo de la sustancia y dejar de lado todo el esfuerzo que han realizado durante mucho tiempo.
A continuación, repasaremos algunos indicadores que presentan las personas que están en un mayor riesgo de tener una recaída. También, daremos algunas recomendaciones para que puedan prevenirla. Recuerde que cada día que se mantienen sin consumir sustancias psicoactivas, gana salud física y emocional, por lo que vale la pena que se mantenga en ese camino que brinda tanto bienestar.
Cuando las personas sienten que su motivación para mantenerse en abstinencia cambia, y se sienten nuevamente atraídos al consumo de alguna sustancia psicoactiva, como el alcohol o el tabaco, inevitablemente empiezan a realizar cambios. Lo anterior, es necesario que lo tenga presente, para que en caso de que se identifique que está presentado algunos de ellos, busque apoyo profesional y retome cuanto antes su objetivo de mantenerte en abstinencia.
Aunque es conocido ampliamente que las circunstancias actuales, asociadas a la pandemia mundial por la enfermedad del COVID-19, para muchas personas son muy estresantes, esta situación no debe ser una excusa para que baje la guardia y no vea las señales previas a una recaída.
Algunos de los cambios que presenta una persona antes de una recaída son los siguientes:
Para evitar una recaída puede poner en práctica las siguientes acciones:
Recuerde que la recaída no es sinónimo de fracaso, si en algún momento recae pueden aprender de la experiencia y buscar apoyo para retomar el estilo de vida saludable que tenían previamente. No olvide que la opción de salir adelante siempre está abierta.
Texto: Licda. Tania Palacios Alfaro, Trabajadora Social
Validación técnica: MSc. Wendy Mora Castro, Unidad Técnica
Última actualización: 29 de julio, 2020.
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