En la década de los noventa, la División de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió los materiales informativos y educativos diseñados para apoyar y promover internacionalmente la educación en Habilidades para la Vida en centros educativos. La propuesta inicial de la OMS consistió en un grupo de diez Habilidades para la Vida, que son fundamentalmente destrezas que sirven a las personas para relacionarse mejor consigo mismas, con las demás personas y con el entorno. La educación en Habilidades para la vida es un estilo de educación que se centra en los aspectos más personales, humanos y subjetivos del individuo, sin descuidar el papel de la interacción colectiva que contribuye a configurar su desempeño personal y social.
Las diez habilidades propuestas inicialmente son:
Autoconocimiento
Comunicación asertiva
Empatía
Manejo de problemas y conflictos
Manejo de emociones y sentimientos
Manejo de tensiones y estrés
Pensamiento crítico
Pensamiento creativo
Relaciones interpersonales
Toma de decisiones