Estas estrategias se desarrollan en personas mayores de edad que usan drogas en Costa Rica por medio del Modelo de Reducción de Daños del Fenómeno Drogas de Costa Rica, 2017 (MRD), el cual se aprobó en febrero del 2017 en el Consejo Presidencial Social, asignado al IAFA como la institución encargada de la divulgación y capacitación del mismo, con las instituciones que atienden o tienen injerencia en esta materia a saber.
Este Modelo fue resultado de una política pública más participativa que involucró a diferentes actores de sociedad civil y el estado como el IAFA, ICD, Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social, Municipalidad de San Jose, la COMAI y ACEID.
El mismo surgió como una actividad del Plan de Acción de la Política del Sector Salud para el Tratamiento de la Persona con Problemas Derivados del Consumo de Alcohol, Tabaco y Otras Drogas en Costa Rica, que indica claramente la necesidad de contar con un documento basado en el Enfoque de Reducción de Daños, el cual permita:
Implementar estrategias de abordaje a personas consumidoras de drogas, que respondan a las necesidades y realidades de los grupos poblacionales, con el fin de disminuir el riesgo y las consecuencias adversas asociadas al consumo de sustancias psicoactivas, mediante el fortalecimiento y nuevos enfoques de atención.
De acuerdo con el Modelo de Reducción de Daños para el abordaje del fenómeno de drogas en Costa Rica (2017), se entiende reducción de riesgos y daños como:
Un conjunto de estrategias e intervenciones integrales con enfoque de derechos humanos, dirigidas a la disminución de riesgos y consecuencias adversas del consumo de sustancias psicoactivas para mejorar la calidad de vida de diferentes grupos poblacionales, de acuerdo a su realidad y necesidades.
Este modelo se basa en un conjunto de estrategias e intervenciones integrales con un enfoque de Derechos Humanos que buscan la disminución de riesgos y consecuencias adversas del consumo de sustancias psicoactivas para mejorar la calidad de vida de diferentes grupos poblacionales de acuerdo a su realidad y necesidades y las cuales desde su implementación ha permitido diversificar la oferta de servicios de atención del sistema nacional de tratamiento y la disminución de la brecha del acceso a la salud de los colectivos con mayor vulnerabilidad por medio de trabajo en red de organizaciones de base comunitaria.
Es así que el MRD ha enfocado sus esfuerzos en garantizar el acceso a servicios de salud de aquellos colectivos clave que han tenido mayor dificultad históricamente, para tener un acompañamiento desde un enfoque centrado en la persona y la comunidad, que se adapte sus realidades y necesidades tales como:
- Personas en situación de calle
- Personas con discapacidad
- Personas que viven con VIH y otras ITSS
- Personas Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI)
- Persona adulta mayor
- Persona migrante- refugiado
- Personas Indígenas
- Personas trabajadoras del sexo
- Personas adultas jóvenes
- Personas privadas de libertad
- Personas con patología dual