¿Te has preguntado cuántas veces en la vida desearías volver a iniciar? ¿Cuántas veces has pensado, de haber sabido? Pues efectivamente la recaída es la oportunidad que nos permite mirar atrás, reevaluar los diferentes factores que estuvieron presentes y ausentes y que hicieron que se nos dificultará mantenerse en el continuo camino que te lleva a tu meta.
Para iniciar todo proceso de recuperación o de cambio es importante contar con una motivación genuina, ya que esto se convertirá en tu motor para los momentos en que se interrumpa o se dificulte en avance. Para algunas personas podrían no ser tan fácil encontrar una motivación personal y para esto existen los procesos terapéuticos que permiten poder encontrar y en algunos casos hasta tener que construir una motivación personal.
Una vez superado esta fase de tomar la decisión de iniciar un cambio, se continua con el proceso de continuo crecimiento en los distintos ejes de la vida, lo que puede implicar, hacer inventarios decisionales, tomar decisiones, implementar nuevos hábitos en tu vida cotidiana, evitar antiguas costumbres que puede llegar a representar para muchas personas una lucha diaria, que para algunos momentos u áreas de vida, los resultados se pueden visualizarse a corto plazo, pero en otros implica más esfuerzo y dedicación, ya sea que se estén cumpliendo o no con las expectativas iniciales, en este punto lo importante es poder mirar atrás y poder evaluar e identificar cuáles son aquellos pequeños o grandes pasos que se han realizado y que suman para alcanzar o mantener su bienestar integral.
Ahora bien, escribirlo e imaginarlo puede ser fácil, vivirlo es de guerreros, pues cada uno sabe el esfuerzo que ha significado poder llegar a involucrarse al 100% con su meta y obtener estos cambios.
Sin embargo, nadie está libre de experimentar una recaída, aunque no sea deseable puede ser esperable y por tanto debemos comprenderla.
Entonces vamos a conocer de forma más detallada a que se denomina como recaída, dado que existen distintos momentos, en un primer momento se podría tener una falla, o un desliz, que esto se percibe como la ruptura de la abstinencia en los casos que está fuera la meta y posteriormente tenemos la cadena de recaída, que es la secuencia de fallas que representa una serie de eventos que desencadenan en retornar a una conducta constante y por tanto retorna a los patrones previos o similares a cuando inicio el proceso de cambio y es en este momento, donde pasamos por el no retorno, es decir a la recaída total.
Tradicionalmente los autores hacen referencia a que luego de que las personas reciben un tratamiento por problemas de abuso de drogas [consumo problemático de sustancias], es común que recaigan en viejos patrones de consumo, por lo que es importante reconocer las señales de alerta de una reincidencia (Marlatt & Gordon, 1985), lo anterior partiendo de que se percibe el trastorno por consumo de sustancias psicoactivas como cualquier otra enfermedad crónica no transmisible, como puede ser la hipertensión, el asma o la diabetes, lo que implica que requiere constantes cuidados y cambios en su estilo de vida para que esta pueda mantenerse bajo control.
En un estudio hecho en IAFA en el 2015 las autoras concluyeron que “las habilidades de afrontamiento ante situaciones de riesgo de recaídas mayormente empleadas son a nivel cognitivo: los pensamientos positivos sobre las ventajas de mantenerse en abstinencia y los pensamientos negativos referentes a las consecuencias del consumo. Lo anterior muestra la importancia del aprendizaje obtenido al finalizar un programa de intervención, tal como es el caso de estos jóvenes que habían recibido atención en el Centro previamente a la realización de la investigación” (Blanco y Jimenez, 2015)
Lo anterior confirma lo indicado por Martínez y Pedroza (2011, citado por Blanco y Jiménez, 2015) que “los individuos que presentan un mayor número de habilidades de afrontamiento, así como mayor autoeficacia en situaciones de riesgo cuentan con mayor probabilidad de mantenerse en abstinencia”.
Además, resaltan que: “las variables intrapersonales como regulación emocional (conductas dirigidas a metas), control atencional (atención focalizada), estados emocionales negativos, búsqueda de sensaciones positivas son factores de riesgo determinantes en las recaídas. La variable de control atencional parece poseer un papel de relevancia dentro de los factores de riesgo intrapersonales de las recaídas, según los análisis realizados fue el único factor que mostró diferencias entre el grupo que presentaba solo una recaída y el grupo de dos o más recaídas. Además, se encontró una diferencia significativa de menor atención focalizada para el grupo de sujetos que reportaron dos o más recaídas”. (Blanco y Jimenez, 2015)
Lo cual nos hace reflexionar que prevenir una recaída no solamente se basa en eliminar el estímulo, es decir no es solamente retirar la sustancias psicoactiva problema o detonante, ni los reforzadores ambientales que sostienen la conducta de consumo, sino se basa en poder adquirir herramientas que le permita poder mantener una regulación emocional ante las distintas situaciones de vida, una atención focalizada, es decir una atención constante sobre la meta y las estrategias cognitivas, conductuales que debe implementar para poder conseguir una constante motivación al cambio, la implementación de los nuevos hábitos para sostener el estilo de vida saludable necesario para poder mantenerse en el proceso de recuperación, tomando de igual manera el componente espiritual y comunitaria.
De igual forma según estudio publicado en relación a los Aportes de la Rehabilitación Cognitiva en los Procesos de Reinserción Social y Familiar en el Tratamiento de las Adicciones, las autoras resaltan la importancia de no invisibilizar la posibilidad de que exista en el consumo prolongado de sustancias psicoactivas, un deterioro cognitivo, que a su vez puede ser más grave para unas personas que para otras que otras, por lo que resaltan que “ante este hecho la rehabilitación cognitiva tiene aportes importantes para mejorar la calidad de vida de estas personas y sus familias, ya que contribuye con la generación de conciencia en el paciente y su familia sobre las áreas de deterioro cognitivo y el tipo de dificultades que esto trae”. (Correa-Pérez, L. F., Ramírez-Macías, M. C. y Restrepo-Segura, Y.C. 2023). Citan además que “la rehabilitación cognitiva, permite acceder a otras opciones de tratamiento, en las cuales se pueden obtener ganancias significativas en la capacidad cognitiva y la mejora general en la cognición tendría efectos trascendentales sobre la mejora en habilidades como la regulación emocional y las relaciones interpersonales” (Bates, Buckman & Nguyen, 2013; Rupp et al. 2012). Aspectos que son importantes contemplar por parte de los terapeutas especialistas en la problemática del consumo de sustancias cuando se define el plan de recuperación con la persona usuaria y las estrategias de recuperación post recaída.
Dentro de las recomendaciones prácticas para poder prevenir o trabajar post la recaída podríamos resaltar:
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