La ansiedad puede ser un desafío significativo en el camino hacia la recuperación cuando se tiene un problema debido al uso de sustancias psicoactivas; sin embargo, aprender a manejarla es crucial para reducir la vulnerabilidad a una recaída. 

Comprender que el secreto para el cambio y para manejar la ansiedad comienza con entender que no existen “recetas mágicas”, sino que se requiere constancia y perseverancia, es necesario para no frustrarnos en el proceso. A continuación, te ofrecemos cinco consejos prácticos para ayudarte a enfrentar la ansiedad y mantener tu camino hacia la abstinencia: 

1. Identificá las situaciones, pensamientos y emociones que precedieron al inicio del consumo y que pueden acercarte de nuevo a él. Por ejemplo, una persona que probablemente recaiga cuando se sienta angustiada y con mucha tristeza, podría realizar actividad física y tener contacto con amigos de apoyo que le ayuden a sobrellevar esos momentos difíciles sin recurrir al consumo. 

2. La ansiedad es una sensación natural que puede surgir durante el proceso de recuperación; no es ni buena ni mala, y aceptarla como parte del proceso te ayudará a manejarla de manera más efectiva. 

3. Enfócate en el presente: evitá vivir en el pasado o preocuparte demasiado por el futuro. En lugar de eso, concéntrate en el momento presente y en lo que puedes hacer aquí y ahora para cuidar de ti mismo. Hacé una lista de las acciones concretas que podés tomar en este momento para solucionar los problemas que te inquieten. 

4. No te dejés llevar por pensamientos que sean irracionales e inflexibles; cuestiona aquellas ideas que te limitan y te hacen sentir impotente. Por ejemplo, en lugar de pensar que tu situación no tiene solución, recordá que es normal enfrentar desafíos y que siempre hay diversas alternativas para resolverlos. 

5. Incrementá tu participación en actividades que promuevan tu bienestar y tu recuperación. Esto puede incluir asistir a grupos de apoyo, involucrarte en actividades de voluntariado, practicar ejercicio físico, dedicar tiempo al ocio creativo o practicar técnicas de relajación y de meditación. 

Recordá que cada paso que das hacia el manejo de la ansiedad es un logro importante en tu camino hacia la recuperación. Mantené la constancia y la perseverancia, y buscá apoyo cuando lo necesites. Juntos, podemos superar los desafíos y construir una vida más saludable y plena.