Una vecina de Cartago, cuya identidad nos reservamos, hizo la siguiente pregunta: “Encontré una bolsita con polvo rosado y unas coloridas pastillitas que parecen confites” ¿Qué es eso?
A ella y a todas las personas que se toparon con una situación así o que van a enfrentarse a una realidad como la de la cartaginesa, hay que ofrecerles información, apoyo y consejo para que el abordaje sea asertivo, respetuoso y edificante, pero ante todo deben estar informados y tener conocimiento básico de la realidad y el entorno en que viven las personas en esta década.
La proliferación de las sustancias psicoactivas – drogas – en la sociedad actual es preocupante, aterradora y alarmante. En los últimos años gana popularidad el tucibí, tusi o tusibí.
Esta sustancia se vende en polvo, generalmente color rosado o en pastillas, usualmente se ofrecen con formas de animales, corazones o estrellas inofensivas.
¿Le suena familiar su nombre? Tal vez hayas escuchado hablar de ella como “cocaína rosada” o como “la droga de la alta sociedad”.
Mucho se dice sobre el tucibí, pero ¿cuál es la verdad de esta sustancia psicoactiva de la que tanto se habla? ¿Qué es el tusi?
El tusi, o tusibí, es un cóctel de diferentes sustancias, una mezcla perjudicial para el organismo. Aunque en distintas preparaciones se han hallado ciertas sustancias en común, lo cierto es que sus componentes pueden variar de una combinación a otra, dependiendo de quién la prepare. Por lo tanto, no se tiene una receta estándar y esto, precisamente, la hace sumamente peligrosa.
Desde el año 2009, en el mercado mundial de sustancias psicoactivas (drogas), se observa una rápida aparición de las llamadas Nuevas Sustancias Psicoactivas (NSP), que causan vastas preocupaciones en los padres, madres, abuelos, hermanos, educadores y personal de salud.
De todo lo que se dice hay algo que priva, que preocupa y que enciende las alertas en las familias, las comunidades y la sociedad en general. Se trata del gran peligro que las NSP pueden provocar a la Salud Pública. Las NSP son sustancias que no las registran las Convenciones Internacionales de Control de Drogas, por lo tanto, no están sujetas a fiscalización.
Dentro de este grupo de Nuevas Sustancias Psicoactivas se encuentra el 2C-B (Tusibi, Tucibi, Tuci, o la mal llamada cocaína rosada como le dicen algunas personas). La verdad sobre esta NSP es que el nombre se debe a su fórmula química: 4-bromo-2,5 dimetoxifeniletilamina, que es un derivado de la sustancia Feniletilamina (fenetilamina psicodélica) y cuya estructura química guarda relación con la anfetamina y mezcalina; ambas drogas de gran impacto. Pero al ser ésta una sustancia de alto costo económico, estando al alcance de sólo una parte de la sociedad, deciden elaborar una sustancia (droga) que tenga efectos similares, pero a menor costo, a través de la mezcla de varias sustancias psicoactivas; además con colores y formas atractivas para una población meta: los jóvenes.
“Esta sustancia psicoactiva es un estimulante del Sistema Nervioso Central, es decir, la droga estimula, acelera y aumenta todas las funciones que tiene el cerebro, pero también, tiene un componente empatógeno y alucinógeno, lo que quiere decir que las personas que la consumen sienten mucho afecto, amor por las personas que están a su alrededor y aumenta las sensaciones eróticas; además de provocar las populares alucinaciones. Pero actualmente, al ser una Sustancia Psicoactiva (droga) producto de mezclas de otras SPA (drogas), tiene también efectos sedantes y relajante” explicó la Dra. Helvethya Alfaro Solano.
Efectos que producen:
La doctora Alfaro Solano agregó que: “Hay que resaltar que, al igual que otras Sustancias Psicoactivas (drogas), la dependencia al tucibí genera consecuencias negativas tanto a nivel social, laboral, económica, personal y la salud en genera (mental, emocional, física). Ahora bien, no sólo la persona consumidora se afecta, la familia también sufre por los estragos que provoca esta sustancia psicoactiva”.
Para prevenir el consumo de tucibí y sus consecuencias, la mejor acción es concienciar a los adolescentes, donde el rol de la familia es fundamental.
La mayor problemática actual, es que no se sabe qué es lo que las personas consumen, el consumidor no sabe si lo que usa es lo que tenía intención de consumir.
“Son muchas las combinaciones de sustancias psicoactivas que se detectan en incautaciones de 2C-B. Es preocupante porque las combinaciones de una sustancia y otra las realizan en “laboratorios” clandestinos con utensilios viejos, removedores improvisados, con mesas de trabajo carentes de higiene y sin ninguna medida de seguridad; además, mezclando una variedad de sustancias psicoactivas donde se desconoce cuáles y la dosificación de cada una; pudiendo tener interacciones entre ellas mismas, provocando un gran riesgo para la salud del que la consume” resaltó la experta.
Algunas de estas combinaciones o “cocteles” que se comercializan como Tucibi son:
Todos los anteriores, verdaderos cocteles nocivos para la salud, combinaciones que aceleran, dañan y destruyen los órganos de las personas.
Por ello la necesidad y la importancia de alertar a la sociedad de que en laboratorios clandestinos se añaden a la fórmula de esta droga opioides y benzodiacepinas con la intención de generar adicción por lo que la composición final del Tucibí es muy variable y los riesgos son importantes porque la mayor parte del tiempo quien accede a esta sustancia psicoactiva ignora lo que compra y consume desconociendo incluso que puede tratarse de un coctel que puede llevar hasta la muerte. También, esta Sustancia Psicoactiva (droga), generalmente se consume en fiestas, donde podrían a su vez, consumir otras sustancias como el alcohol, etc, poniendo aún más en riesgo la vida de la persona consumidora.
El tucibí tiene repercusiones muy negativas sobre la salud física, mental, espiritual y social, al igual que todas las drogas lo tienen, y más si son capaces de generar dependencia.
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