Las personas profesionales en salud, de todo el mundo, tienen identificados más de 1200 nuevos compuestos de sustancias psicoactivas (drogas) que causan dependencia y provocan daños irreversibles en la salud física y mental a quienes las usan.
Estos 1200 nuevos compuestos, conocidos popularmente como drogas emergentes, se fabrican en laboratorios clandestinos, sin ningún control y a partir de sustancias químicas, plantas o combinación de ambas.
Los expertos en salud consideran que el consumo de las sustancias psicoactivas va en aumento porque las personas están estresadas, agobiadas y creen, erróneamente, que consumiéndolas van a estar mejor.
Estas “drogas emergentes” son mucho más potentes, más adictivas, más letales y con facilidad de fabricación y trasiego. Profesionales del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) consideran que las personas adultas jóvenes y adolescentes son los mayores consumidores y las utilizan con fines recreativos en megafiestas y convivios.
Una de las preocupaciones de los expertos del IAFA es que las personas acceden a estas nuevas sustancias psicoactivas con gran facilidad porque se anuncian, promueven y venden en las redes sociales con nombres atractivos, disimulados e inofensivos.
La doctora Helvethya Alfaro Solano, especialista en sustancias psicoactivas y funcionaria del IAFA explicó que hay gran preocupación por los efectos que dejan los compuestos de este tipo de drogas en el organismo.
“Se ha evidenciado que cada vez más hay más de las llamadas nuevas sustancias psicoactivas, o drogas emergentes, por lo que está claro que hay más consumo. Algunas sustancias existen desde hace mucho tiempo, pero actualmente se utilizan más, esto es preocupante dado que se fabrican sin regulaciones y con productos muy nocivos para la salud. Son drogas altamente adictivas, tóxicas; generalmente se trata de sustancias sintéticas” detalló la doctora Alfaro del Organismo Regional Occidente San Ramón.
Adicionalmente, estas nuevas sustancias no se reflejan en los exámenes de laboratorio de drogas “clásicas» por lo que: “es muy difícil esclarecer, durante la valoración, qué tipo de sustancia consumió la persona; por lo que resulta, muy complicado el abordaje que debe ofrecer” comentó la doctora Delma Vaglio Marín, Encargada del proceso de atención a pacientes.
¿Cómo se comercializan las “sustancias emergentes”?
La creatividad de los comercializadores es vasta; las personas que se dedican a producir estas sustancias psicoactivas las venden como:
¿Cómo se promueven estos productos dañinos para las personas?
¿Cómo llegan a las manos de las personas estos compuestos?
Organizaciones dedicadas a la promoción de la salud y expertos en sustancias psicoactivas coinciden en que la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 causó dificultades económicas, mayor desigualdad, más pobreza y mayor estrés lo que se traduce en aumento de problemas de salud mental y la búsqueda de escape de la realidad.
En el último año, 275 millones de personas en el mundo usaron alguna droga y la mayoría de países identifican aumento de consumo de cannabis, según el Informe Mundial sobre Drogas.
Siguiendo los lineamientos de la Organización Panamericana de la Salud, el IAFA clasifica las sustancias psicoactivas en depresoras, estimulantes, alucinógenas y mixtas. En una persona que consume sustancias emergentes se dificulta poder saber de cual se trata, pero es importante identificar y estar atentos a cambios de conducta en las personas o algunas señales como:
Un dato preocupante es el lugar que ocupa nuestro país en relación a la prevalencia del consumo del éxtasis en el mundo, está como número 4 en Latinoamérica, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito:
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