La ansiedad es una sensación de pérdida de control. Cuando un individuo se encuentra en una situación estresante, normalmente surgirá o aumentarán sus niveles de ansiedad.

En relación al consumo de productos de tabaco, la ansiedad es considerada un factor de riesgo para facilitar el inicio y mantenimiento del consumo pero también puede dificultar su abandono y favorecer las recaídas, es decir, si no es tratada adecuadamente, puede llevar al fracaso cualquier intención de cesación.

Una persona puede tratar su ansiedad cuando sienta que puede manejarla por sí misma, de lo contrario tendrá que acudir a un profesional especializado; en el primer caso, es importante que se deje orientar por algún profesional que conozca del tema.

Existen diferentes estrategias que puede poner en práctica, teniendo siempre presente, que la calidad de su vida definitivamente mejorará sustancialmente abandonando el consumo.

Ante una crisis de ansiedad, es importante recordar las razones por las que se abandona el consumo de cualquier producto de tabaco. Debe mantenerse activo y evitar lugares o personas que pueden desencadenar una recaída, tomar mucha agua, mantener una dieta equilibrada y dormir bien. Los ejercicios de respiración o de relajación son un buen aliado cuando se enfrentan momentos difíciles. Cada quien tiene sus estrategias para sentirse mejor, así que no tengas duda en aplicarlas cuando lo considerés necesario.