Su nombre es Isabel Ruiz Murillo, tiene 64 años, es vecina de hatillo y quiere compartir su historia para evitar que otras personas experimenten lo que ella vivió al darle uso inadecuado a los ansiolíticos que le prescribieron.
Lo primero que quiero contar es que los medicamentos no son un juego; hasta el acetaminofén hay que tomarlo de acuerdo con la consideración del médico.
“Hace 10 años hice de las mías con medicamentos de uso cuidadoso. Yo había días que tomaba hasta 10 diazepam o medio gotero de clonazepam. Yo quería morirme, quería desaparecer, un muy buen día alguien me dijo que fuera al IAFA y tomé el consejo. Me atendieron con una dosis extra de amor y comprensión y hoy agradezco a Dios por haberme puesto en el camino a tantas personas de buen corazón y vocación de servicio.
Cuenta esta vecina de Hatillo que lo que comenzó como una terapia para conciliar el sueño terminó en un problema que casi acaba con su vida, todo por abusar de un medicamento cuyo uso es de gran responsabilidad.
Atenciones por consumo de benzodiacepinas:
Las benzodiacepinas actúan sobre el sistema nervioso central y provocan efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, antiepilépticos, amnésicos y miorrelajantes. Se usan en medicina para tratar trastornos de ansiedad, el insomnio y otros trastornos del estado de ánimo, así como las epilepsias, los síndromes de abstinencia alcohólica y los espasmos musculares.
En este grupo se incluye:
De acuerdo con el Proceso de Investigación del IAFA, 221 personas buscaron apoyo y acompañamiento para tratar el consumo de benzodiacepinas.
Personas atendidas en último quinquenio por mal uso de benzodiacepinas:
| Año | Personas atendidas |
| 2023 | 49 |
| 2022 | 30 |
| 2021 | 29 |
| 2020 | 40 |
| 2019 | 73 |
| Total | 221 |
El IAFA invita a las personas a reflexionar sobre el uso que les dan a los medicamentos.
“Es importante destacar que el abuso de los medicamentos puede hacerles daño a las personas: El uso excesivo de ansiolíticos provoca tolerancia al medicamento, lo que significa que es necesario aumentar las dosis para obtener el efecto deseado, pero esto conduciría a una dependencia, que es una necesidad física de consumir el medicamento”, explicó el doctor Pedro Acuña Quesada, de Atención a Pacientes.
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