El cáncer de mama no es una sentencia de muerte, la vida nos presenta situaciones que una no se imagina; puede ser ganarse la lotería, darse el paseo de la vida, despedir un ser querido o enterarse que tengo cáncer, pero ante cualquier escenario la gran aliada y mejor amiga es la ACTITUD.
Soy María Elena Mejía Zárate, tengo 50 años bien vividos, tuve la oportunidad de iniciar secundaria a los 22 años, a los 30 me gradué como psicóloga y en la actualidad vivo con mi esposo, mi sobrino, tres perros y dos gatos en Carrizal de Alajuela.
Aunque mi vida fluía en el campo, rodeada de animales, plantas y mucho amor; a los 48 años me diagnosticaron cáncer de mama, de momento me sentí confusa, no creía que yo tendría que enfrentarme a esta enfermedad que padecen cientos de personas en Costa Rica y en el mundo.
“Dentro la incertidumbre que una experimenta, que nadie puede sentir por una, fue cuando me dije tengo dos opciones: enfrentar la realidad de persona con cáncer y dejarme tratar o decidir abandonarme y morir. Yo elegí la primera opción y me dije a mí misma vamos con todo” expresó la funcionaria del Proceso de Capacitación, Asesoría y Seguimiento del # IAFAdeCostaRica.
Del momento del diagnóstico al día de la operación para quitarme el tumor transcurrieron 4 meses, cuenta Elenita, como se le conoce en el trabajo, que había días de temor, tristeza y ansiedad, pero había otros que se sentía fuerte, positiva y con la convicción que viviría para contar mi historia porque Dios le ayudaría y la sanaría, creía que podría motivar a otras personas a que vean en las enfermedades una oportunidad para reconocerse, para valorarse y sobre todo para tomar coraje si seguir hacia adelante. Me refugie en Dios, tomaba el cariño de la gente y ante todo seguía las recomendaciones que los profesionales de la salud me indicaban.
El día de la cirugía:
“Fui al hospital a que me quitaran un estorbo, no tenía miedo al quirófano porque lo que necesitaba era que me extrajeran el tumor; esa era mi urgencia. Estaba ansiosa por entrar a sala de operaciones y librarme de aquello que atentaba contra mi vida. Todo salió conforme a lo pensado y planificado…hoy puedo decir con certeza que: “Nada de probrecita; el cáncer de mama me fortaleció y ahora veo la mejor versión de mí” contó Elenita.
El proceso de Quimioterapia:
“Esta fue una parte del proceso que no imaginé, cuando el personal de salud me indicó que debían someterme a 14 sesiones de quimioterapia casi caí en cruz y debo confesar que fue duro, pero gané la batalla, sobre todo la lucha mental. Les cuento tocar la campana del hospital México, que es el símbolo de que terminé con éxito el tratamiento me significó mucho, tanto así que solté el llanto. Cuando me entregaron el título de culminación de la quimioterapia comprendí que estaba recibiendo el certificado más importante y significativo de la vida”.
Comenta Elenita que ella sentía que en adelante tenía permiso para vivir de nuevo, tenía la convicción que ahora el camino estaba despejado listo para comerse el mundo y la experiencia de pasar por esta enfermedad: “me hizo saber cuán fuerte, luchadora y perseverante es María Elena Mejía Zárate.
Lucha contra el cáncer de mama:
Como mujer, como hija, como esposa y como funcionaria pública le digo a todas las personas que experimentan la dura noticia de que padecer cáncer de mama que no están solas, no son las únicas y nuestros servicios de salud ayudan de manera muy certera.
Mi consejo:
El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia motiva a las mujeres y hombres a cuidarse, prevenir el cáncer de mama y tener presente que el consumo de bebidas alcohólicas, productos de tabaco y otras sustancias son factores de riesgo para desarrollar distintos tipos de cáncer, entre ellos el de boca, riñón, lengua, pulmón y mama.
“Si requiere de internamiento en un hospital para practicarse una cirugía que esta no sea motivada por factores de consumo de sustancias psicoactivas” María Elena Mejía Zárate.
En este octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de mama, pero el IAFA quiere que todos los meses sean octubre y se fortalezca el autocuidado.
– FIN DE LA ENTREVISTA
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