Hola soy Karen Mora Mora, trabajo en el Proceso de Comunicación del IAFA, cumplí 16 años de trabajar para la institución y 19 de ser la mamá de una personita con autismo.
Ser madre de una persona con autismo no es una sentencia, no es una atadura, no es un castigo; es la oportunidad que Dios y la vida te dan de tener consigo una personita extraordinaria de la que se aprende mucho. Donde el respeto y ser paciente son clave para que los días sean más llevaderos.
No es un camino fácil, pero se puede llevar con la ayuda de otras personas que saben y tienen la capacidad de educar, orientar, guiar. He tenido la bendición de encontrar un gran equipo de seres talentosos que me siguen acompañando en este proceso de la vida, que como dije antes no es el acabose.
Veo la evolución de mi hijo, y es sumamente significativo. Mi pequeño, ya cumplió la mayoría de edad, recién se gradúo del colegio y pese a que necesita mi compañía es una persona capaz de tomar decisiones, aprende rápido y su ser es el complemento de mi vida.
¿Qué aprendes de él?
Sigo aprendiendo, cada día tengo una razón más para conocer a Manuel, veo el mundo con otros ojos, cada parte del día logro pintar un arco iris en todo, a entender, y aceptar que no siempre las cosas pueden ser como hemos imaginado, porque como padres uno quiere lo mejor para sus hijos, pero si tu hijo ama mojarse bajo la lluvia, aunque exista el riesgo de que se enferme, una simplemente se moja con él bajo la lluvia porque es lo que le hace feliz.
¿Cómo son los días de una madre trabajadora con un hijo con autismo?
Es como todo, quizá la misma experiencia de ser madre de una persona sin autismo y una con ella. Hay días difíciles, complicados, pero también días muy buenos; los días malos pasan, y puedo asegurar que cada pequeño avance nos hace sentir como si alcanzáramos el cielo, las estrellas, la mismísima luna. Es importante dejarse guiar, participar, apoyarse en la familia, en los compañeros de trabajo, pero, sobre todo, abrir el corazón y la mente porque somos el espejo en el que ellos se miran.
En la conmemoración del “Día Mundial de Concientización sobre el Autismo ¿cómo resumes su experiencia de ser madre de una persona con autismo?
Yo, confieso que aprendes mucho, ser la mamá de un hijo con autismo me cambió la forma de ver la vida: te vuelves más consciente, más humana, más empática, más respetuosa, más solidaria… conoces a tu hijo desde otra perspectiva, pero sobre todo lo AMAS más que siempre.
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