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Para Padres (Sobre alcohol)

Existe la creencia de que facilitar alcohol a las personas menores de edad en casa es algo positivo, ¿es esto cierto?

Aunque es una creencia muy difundida y popularizada,  no es una buena idea el facilitar alcohol a un menor de edad por muchas razones. Sea cual sea el lugar, en la casa o en una fiesta familiar, cena o evento, el alcohol es adictivo no importa la edad. Cuando una persona inicia el consumo de alcohol antes de los 18 años, aumenta 5 veces la probabilidad de generar una adicción.

  • Los adolescentes corren un riesgo mayor que los adultos a desarrollar enfermedades como: cirrosis del hígado, pancreatitis, infartos hemorrágicos y algunas formas de cáncer.
  • Los adolescentes que consumen alcohol están más expuestos a iniciar actividad sexual temprana, situación que los expone a un mayor riesgo de contagio con el virus de inmunodeficiencia humana, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. De igual modo, incrementan la probabilidad de impotencia y disfunción eréctil.
  • Los adolescentes que abusan del alcohol son 4 veces más vulnerables a la depresión severa que aquellos que no tienen un problema de alcohol.
  • El consumo de alcohol entre adolescentes ha sido asociado con frecuencia a muertes por suicidio y accidentes de tránsito.
  • Al ser un depresor del sistema nervioso central, aplaza funciones cognoscitivas (percepción y juicio), motoras (equilibrio y reflejos) y emocionales (sensatez y madurez).
  • El alcohol afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado, siendo esto contraproducente para el periodo de crecimiento en el que se encuentran los adolescentes.
  • El alcohol incrementa la vulnerabilidad de los jóvenes frente al consumo de otras sustancias adictivas

¿Qué hago si me doy cuenta de que mi hijo(a) se ha embriagado o ha probado alcohol?

  • Mantenga la calma y postergue la conversación para el día siguiente, cuando esté en condiciones de escucharlo y dialogar con toda su atención.
  • Pida ayuda médica si cree que está pasando por una intoxicación (ver apartado sobre el tema).
  • Cuando esté en condiciones de dialogar, comience con una pregunta abierta como ¿qué pasó anoche? Permítale explicar sin interrupción y sin juzgarle.
  • Exprésele su preocupación por lo que está sucediendo pero también su afecto y apoyo. Por ejemplo: “Anoche me asusté cuando no llegabas y me enojé cuando vi que habías bebido alcohol”. Evite juicios de valor como: “Sos un borracho, o sos un caso perdido”.
  • Espere unas horas y dedique un tiempo para hacerle saber con claridad y seguridad la desaprobación hacia el consumo y las razones detrás de esto. Recuérdele sus responsabilidades y establezca reglas: explique lo sucedido y las consecuencias si incumple de nuevo. Recuerde establecer sanciones razonables y cumplir con los límites establecidos.
  • Busque espacios para dialogar con su hijo(a) de forma tranquila.
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