¿Qué pasa cuando una persona consume alcohol?

Muchas personas se preguntan qué pasa en nuestro organismo cuando se consume alcohol. No todo el mundo sabe que el alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central. Como tal, el alcohol presenta riesgos como los siguientes:

• Altera y dificulta la concentración y en ocasiones el juicio.
• Disminuye la apreciación de los colores, luces y sonidos (por eso es tan peligroso beber alcohol y manejar).
• Provoca relajación, sedación, apatía y disminución de la tensión.
• Afecta todos los órganos del cuerpo de la persona que lo consume.
• Puede generar trastornos psicológicos.
• Consumir con frecuencia alcohol se asocia a un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, daños cerebrales y enfermedades del hígado.
• La intoxicación por consumir bebidas alcohólicas se asocia con el deterioro de funciones neurológicas y las habilidades motoras.

El alcohol se procesa diferente según quien lo tome, pero en general, una persona adulta procesa 1 unidad de alcohol en una hora. Sin embargo, esto puede variar según:

• Peso.
• Si es hombre o mujer.
• Edad. · Metabolismo.
• Si se ha consumido alimentos recientemente.
• El tipo de alcohol.
• Si se está tomando algún medicamento.
• Si el hígado de la persona no está trabajando con regularidad.

Una unidad de alcohol es equivalente a 10 ml o a 8 gramos de puro alcohol.

Nuestra recomendación es siempre que considere no tomar, pero si usted un adulto informado y decide hacerlo, recuerde que en general, limitar el consumo a 3 o 4 bebidas máximo por día, y dejar al menos 3 días a la semana para no consumir nada de alcohol, es lo menos dañino.

Señales de alerta Si usted bebe, es posible que sólo haya tenido algunos episodios con el alcohol que le han llevado a problemas laborales, familiares o similares. Considere estas experiencias como “banderitas rojas” señales que le alertan que usted está en riesgo, pero a tiempo de cambiar.

Considere limitar su consumo de alcohol a no más de dos tragos por ocasión. Reduzca su consumo o pare por completo durante algún tiempo. Mucha gente puede hacer cambios, y si necesita ayuda, no dude en contactar un centro de atención de IAFA.

Ningún nivel de alcohol es seguro, lo mejor es no consumir alcohol. Los riesgos a la salud asociados con el consumo de alcohol son muy grandes. Hay correlaciones claras y convincentes entre beber y la muerte prematura, el cáncer, y los problemas cardiovasculares.

Si. Hay ocasiones en las que no debe consumirse alcohol. Son por ejemplo:

• Cuando conduzca o maneje maquinaria ·
• Si está embarazada o en período de lactancia.
• Si está tomando medicamentos.
• Si tiene ciertas condiciones médicas.
• Si no puede controlar su consumo.

Si observa uno o más de los siguientes síntomas de intoxicación por alcohol en una persona que ha estado bebiendo, busque ayuda médica de inmediato si:

• Habla confusa o incoherente
• Tiene dificultad caminando o para quedarse en pie.
• No hace contacto visual.
• Vomita Recuerde: su reacción rápida puede ayudar a evitar una muerte por intoxicación alcohólica.

Coloque a la persona en la siguiente posición, mientras llegan los servicios de emergencia:

Si la persona es menor de edad: Si usted cree que la persona menor de edad se encuentra intoxicada, debe llamar al 911. Los operadores del 911 conectarán su llamada con un especialista del Centro Nacional de Intoxicaciones, quien le dará indicaciones para atender a la persona y según la valoración del especialista, se le indicará si debe pedir una ambulancia. Si está dentro del Área Metropolitana, puede dirigirse al Hospital Nacional Psiquiátrico o en su defecto al Hospital Nacional de Niños, donde le atenderán para desintoxicar al menor.

Si la persona es mayor de 18 años: En caso de emergencia, si usted cree que la persona mayor de edad se encuentra intoxicada, debe llamar al 911. Los operadores del 911 conectarán su llamada con un especialista del Centro Nacional de Intoxicaciones, quien le dará indicaciones para atender a la persona y según la valoración del especialista, se le indicará si debe pedir una ambulancia. Si está dentro del Área Metropolitana, de lunes a viernes de 7 a.m. a 3 p.m. puede dirigirse al IAFA.

¿Si alguien toma alcohol y una bebida energizante a la vez, qué pasa?

1. Las bebidas energéticas suelen contener cafeína, estimulantes de origen vegetal, azúcares simples y otros aditivos.
2. Cuando el alcohol se mezcla con la cafeína, la cafeína “esconde” los efectos depresivos del alcohol, ya que hace que los bebedores se sientan más alerta. Como resultado, sienten que pueden beber más alcohol, cuando en realidad están más afectados de lo que creen, lo que aumenta el riesgo de daños atribuibles al alcohol.
3. La cafeína no tiene ningún efecto sobre el metabolismo del alcohol en el hígado y, por lo tanto, no disfraza el aliento ni las concentraciones de alcohol en la sangre (no ayuda a” quitar la borrachera” ) ni reduce el deterioro debido al consumo de alcohol.
4. Los bebedores de entre 15 y 23 años que mezclan alcohol con bebidas energéticas tienen 4 veces más probabilidades de consumir bebidas alcohólicas de alta intensidad (es decir, consumen 6 o más bebidas por episodio de atracones) que los bebedores que no mezclan alcohol con bebidas energéticas.
5. Los bebedores que mezclan alcohol con bebidas energéticas son más propensos a tener relaciones sexuales no deseadas o no protegidas, conducir ebrios o conducir con un conductor intoxicado, o sufrir lesiones relacionadas con el alcohol.

Con base en revisiones extensas de estudios de investigación, hay un fuerte consenso científico de la asociación que hay entre beber alcohol y varios tipos de cáncer (1, 2). Cuanto más alcohol beba una persona, sobre todo regularmente con el paso del tiempo, mayor será su riesgo de presentar un cáncer asociado con el alcohol. Han surgido patrones claros entre el consumo de alcohol y el padecimiento de los siguientes tipos de cáncer:

Cánceres de cabeza y cuello: El consumo de alcohol es un factor principal de riesgo de algunos cánceres de cabeza y cuello, en especial de los cánceres de la cavidad oral (sin incluir los labios), de faringe (garganta) y de laringe.

Cáncer de esófago: El consumo de alcohol es un factor principal de riesgo para un tipo determinado de cáncer de esófago que se llama carcinoma de células escamosas de esófago. Además, se ha descubierto que las personas que heredan una deficiencia en una enzima que procesa el alcohol tienen riesgos substancialmente mayores de carcinoma de células escamosas de esófago asociado con el alcohol

Cáncer de hígado: El consumo de alcohol es un factor independiente de riesgo y su causa principal para cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular) . (La infección crónica por el virus de la hepatitis B y por el virus de la hepatitis C son las otras causas principales de cáncer de hígado).

Cáncer de seno: Más de 100 estudios epidemiológicos han considerado la asociación entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer de seno en las mujeres. Estos estudios han encontrado invariablemente un riesgo mayor de cáncer de seno asociado con un consumo mayor de alcohol.

Cáncer colorrectal: El consumo de alcohol está asociado con un riesgo modestamente mayor de cánceres de colon y de recto. Un meta análisis de 57 estudios de control de casos y de cohortes, que examinaron la asociación entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer colorrectal, indicó que las personas que bebieron regularmente 50 gramos de alcohol o más diarios (aproximadamente 3,5 bebidas) tenían 1,5 veces el riesgo de presentar cáncer colorrectal que quienes no bebían o que eran bebedores ocasionales (9). Por cada 10 gramos de alcohol consumidos al día, había un pequeño aumento (7%) en el riesgo de cáncer colorrectal.

Sí. En Costa Rica, 192 personas fallecieron envenenadas con alcohol de manera accidental entre el 2010 y 2015, de acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

De esta manera, el alcohol es el causal de muerte por intoxicación -no premeditada- más recurrente en Costa Rica durante el último quinquenio.

Sí. Las personas que beben alcohol tienen el doble de probabilidad de sufrir trastornos en sus estados de ánimo o niveles de ansiedad, lo cual también puede suceder a la inversa, de hecho puede ser difícil de establecer cuál de las enfermedades vino primero y por qué. Sin embargo, las investigaciones sugieren las siguientes posibilidades como razones por las que es común que estas enfermedades se den de manera concurrente:

El abuso de drogas puede provocar los síntomas de una enfermedad mental. Los trastornos mentales pueden conducir al abuso de drogas como una posibilidad de automedicación Estos trastornos también pueden ser causados por factores de riesgo compartidos tales como:

• Vulnerabilidad genética.
• Factores del entorno del individuo (trauma, estrés, etc).
• Las áreas del cerebro que responden a la gratificación (placer) y al estrés.
• Trastornos del desarrollo (exposición temprana al consumo de sustancias psicoactivas puede modificar el funcionamiento cerebral de tal manera que el riesgo de sufrir un trastorno mental es mas alto)