¿Cuáles son algunas herramientas que se utilizan para la toma de decisiones?

La toma de decisiones es algo cotidiano que hacemos diariamente, algunas de las decisiones rutinarias son fáciles de tomar, lo difícil son aquellas que se dan para hacer un cambio clave en nuestras vidas. Dentro de las habilidades para la vida, la toma de decisiones se constituye en el ejercicio de reflexionar, la necesidad de hacer un alto y que cada situación a enfrentar requiere de un análisis entre los riesgos y consecuencias de nuestras acciones.

Para ejercitar está tarea debemos partir de:

  • nuestros principios y valores, de las metas que nos hemos decidido alcanzar
  •  analizar los pros y los contras de las situaciones cotidianas y conocidas
  • investigar sobre las posibles consecuencias de situaciones desconocidas
  • elegir una opción constructiva acorde con mi meta
  • poner en práctica la opción elegida
  • asumir la responsabilidad de la decisión tomada

¿Qué elementos o factores hay que considerar para tomar una decisión?

Algunos factores internos que limitan o favorecen la toma de decisiones son:

  • Capacidades: Se refiere a las destrezas o habilidades de una persona en un determinado aspecto de su vida.
  • Preferencias: Cuando se trata de una elección, las personas suelen estar inclinadas por las opciones que se asemejen más a su forma de pensar, que las haga sentir cómodas y con menos posibilidades de riesgo.
  • Identidad o personalidad: La visión particular con la que nace una persona sobre el mundo, lo que somos, nuestra manera particular de proceder y la identidad con algunos valores, ideas, expresiones y pensamiento, contribuye a la elección de una u otra opción.

Algunos factores externos son:

  • La familia: las expectativas que tiene una familia sobre una persona en particular, las exigencias o el desarrollo de independencia, puede facilitar la toma de decisiones.
  • Los valores sociales: lo que hace referencia a que es permitido y el concepto de éxito que se tiene sobre algo, brinda línea para la toma de decisiones.
  • Medios de comunicación y redes sociales: las redes sociales, han servido como plataformas voceras de opiniones e imágenes de la realidad.

¿Cómo tomar una decisión sin que nos afecte la opinión de los demás?

Al tomar una decisión otras personas podrán opinar, diferir o no estar de acuerdo con la misma. Es importante expresar a otras personas lo que se quiere de forma clara y directa, esto es, de manera asertiva. No olvide que cada decisión que se tome, es propia, y que por ello se deben de tomar de forma consciente evaluando las consecuencias.

¿Existen decisiones que debo consultar con otros?

Sí, cuando las situaciones son desconocidas o presenta dudas sobre cuál es su mejor opción, se puede escuchar la opinión de otras personas; sin embargo, sea usted quién identifique que se adecua más a sus intereses. Recuerde no tomar una decisión final cuando se siente inseguro, cuando lo presionan a hacer algo que no quiere, o cuando se sienta engañado, recuerde que cada decisión que toma puede hacer un cambio en su vida.

¿Cuándo es importante compartir criterios para la toma de decisiones?

Puedes compartir criterios cuando te sientas confundido, cuando consideres que todas las opciones que tienes son difíciles, cuando sientas presión para algo o por alguien, cuando sientas angustia, cuando creas que para enfrentar la situación que vives requieres apoyo de tu familia, amigos, compañeros, docentes o quién consideres que quiere apoyarte de manera incondicional.

¿Cómo se define el estrés?

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, presionado, cansado como por ejemplo actividades laborales, económicas, emocionales, de relaciones interpersonales.

¿Cómo se si mi estrés es saludable o no?

Es saludable si lo puedo manejar de manera adecuada y este me permite interpretar o darme cuenta que alguno o algunos aspectos de mi vida o actividades que realizo me están afectando y me permiten tener una actitud de alerta ante las diferentes situaciones que me presenta la vida diaria.

Y no es saludable si el estrés me ocasiona dolor de cabeza, ansiedad, consumo de comida en exceso o por debajo de lo normal; tensión o dolor muscular, inquietud, arrebatos de ira; dolor en el pecho, aumento de la presión arterial, insomnio. El estrés es la defensa natural del cuerpo contra los depredadores y el peligro.

¿Por qué los seres humanos tenemos o sentimos estrés?

Cuando las personas enfrentan un desafío o amenaza, tienen una respuesta parcialmente física o emocional. El cuerpo activa recursos que ayudan a la persona a permanecer y enfrentar el desafío o llegar a donde se sienta segura lo más rápido posible.

Puede presentar síntomas como: aumento de la presión arterial, mayor preparación muscular, sudoración, estado de alerta, entre otros. Todos estos factores mejoran la capacidad de una persona para responder a una situación potencialmente peligrosa o desafiante.

¿Cómo convivir con el estrés como una señal de alerta?

Alcanzar un nivel óptimo de manejo del estrés nos ayuda a ser más creativos y a rendir mejor. El estrés óptimo, bien tolerado y combinado con buenas dosis de cuidados personales favorece el desarrollo de todo nuestro potencial. Por norma general, diremos que es imposible vivir libres de estrés, la vida en su continuo cambio y dinamismo conlleva retos y riesgos, depende de cómo cada uno de nosotros respondamos a los mismos, saldremos más o menos fortalecidos para la próxima vez. “Y en la vida, siempre habrá una próxima vez”.

Asumiendo tus limitaciones y errores. Realizando diariamente actividades que te evadan del estrés y aumenten tu sensación de disfrute (dar un paseo, nadar, cultivar un huerto, bailar, leer un libro, tomar una buena comida, ir a una exposición…).

¿Qué estrategias puedo utilizar para manejar el estrés?

  • Construye una vida que merezca la pena vivir. “Sé tú mismo y no permitas que los formalismos o las expectativas de los demás, encorseten tu autenticidad”.
  • Trata de aceptarte tal y como eres. Asume tus limitaciones y errores.
  • Realiza diariamente actividades que te evadan del estrés y aumenten tu sensación de disfrute (dar un paseo, nadar, cultivar un huerto, bailar, leer un libro, tomar una buena comida, ir a una exposición…).
  • Cuida a tus amistades y a la gente que quieres. Como dice el refrán: “las alegrías compartidas son el doble de alegrías y las penas compartidas la mitad de penas”.
  • Vive el presente en cada momento. No te anticipes al mañana, ni te atormentes con el pasado: “este momento es único e irrepetible. ¡Vívelo!, ¡siéntelo!”.
  • Cuando estés muy cansado y no tengas tiempo para parar, recuerda: “¡este es el momento de darte un respiro!”.
  • Aprende a ser tu mejor amigo: “cuídate y premia tu esfuerzo”, “abrázate cuando estés dolido” y “háblate con cariño cuando nadie más lo haga”.
  • Cultiva tu sentido del humor: “toma perspectiva y relativiza tus problemas”.
  • Pide ayuda cuando lo necesites: “los superhombres y las supermujeres no pertenecen a este mundo”, “a no ser, que tú seas una especie en extinción”. Si este es el caso contacta con nosotros.
  • Aprende a delegar y a decir no.
  • Organízate y estructura el día a día dando prioridad a lo importante: “utiliza tus recursos de una manera efectiva”.
  • Recuerda que tienes derecho a equivocarte y a cambiar de opinión.
  • Sé exquisito con tu alimentación y horario de sueño. Haz deporte con asiduidad.
  • Acude al especialista si estás enfermo y no abuses de las drogas.

Todas estas estrategias nos protegen del estrés ya que tonifican y relajan nuestro sistema nervioso, armonizan nuestras catecolaminas y favorecen la producción de endorfinas (opiáceos endógenos implicados en la sensación de bienestar, que poseen efecto analgésico y mejoran nuestro sistema inmunitario).

¿Cómo se define la empatía?

Es la capacidad innata de comprender mejor a las demás personas, nos permite “tener puentes” en universos diferentes al nuestro, para imaginar y sentir como lo hacen quienes nos rodean.

Si bien, es una habilidad que podemos desarrollar a lo largo de nuestras vidas, requiere de reconocimiento, ejercicio y oportunidades para ponerla en práctica, siendo una habilidad de uso diario.

¿Cómo se practica la empatía?

  • Al escuchar las necesidades y el sentir de las demás personas
  • Tolerando diferencias de forma de pensar y/o actuar
  • Aprendiendo a convivir desde el respeto tanto para mí mismo(a) como con otras personas
  • Recordando que todos tenemos tiempos diferentes, algunas veces nuestros procesos de vida requieren tiempo y experiencias para mejorar nuestra calidad de vida
  • Conectando y practicando la solidaridad, convirtiendo ideas en acciones

¿Qué es la empatía cuando se comparte en familia?

  • Al fomentar la comunicación sana, con escucha atenta y momentos de calidad.
  • Resolviendo conflictos de forma equitativa, escuchando las necesidades de todas las partes e incorporando en soluciones a todos los integrantes del grupo familiar.
  • Respetando diferencias, tiempos y capacidades de cada individuo.
  • Evitando juicios que lastimen la autoestima y promuevan tolerancia

¿Qué situaciones de la vida real me llevan a practicar empatía?

  • Al convertir ideas de solidaridad en acciones con personas vulnerables en la sociedad
  • Al respetar las diferencias, condiciones o capacidades de todas las personas
  • Al evitar juzgar o promover estigmas que discriminen los derechos humanos que todos merecemos
  • Al brindar información y ser puentes que permitan el acceso a oportunidades de mejora de calidad de vida de todas las personas
  • Al practicar la escucha respetuosa y comunicación

¿Cómo tener empatía en una conversación con los hijos y las hijas?

  • Sintonizando desde el contacto visual, escucha respetuosa, evitando distractores durante la interacción.
  • Dando el paso a abrir canales de comunicación, procurando ser una figura que modela esta iniciativa
  • Promoviendo valores como la solidaridad, humildad, honestidad, desde lo interno de las relaciones familiares, así como con personas alrededor de nuestra sociedad
  • Generando conversaciones con preguntas abiertas, por ejemplo: ¿Cómo te sientes conmigo? Permiten que la otra persona guie la conversación hacia donde ella quiere o necesita, generando reflexión
  • Avanzar suavemente, especialmente cuando las emociones y sentimientos se encuentran en un momento de agitación, es útil tomarnos un momento o distancia para reflexionar y pensar mejores formas de actuar.
  • No importa cuánto sepa de la experiencia pasada de las demás personas, no se puede saber con certeza que está pensando y sintiendo en ese preciso momento. Es mejor preguntar abiertamente para evitar juicios o falsas especulaciones
  • Prestar atención al lenguaje que expresa el cuerpo, pues la empatía tiene un componente netamente físico, que genera apertura y conexión

Aprender del pasado permite, saber y comprender lo que sucedió, no con la intención de guiar las acciones que generamos a hoy, sino para ver viejos patrones que interfieren en la forma que actuamos e interactuamos con otras personas.