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Acuerdos y toma de decisiones con personas adolescentes

¿Cómo llegar a acuerdos con tus hijos e hijas adolescentes?

Es frecuente que las personas responsables de adolescentes comenten, con tono angustiado, las preocupaciones que enfrentan debido a los cambios que se presentan en sus hijos adolescentes. La transición de la infancia a la adolescencia representa nuevos retos no solo para los padres, sino también para los hijos. Algunos padres y madres se sienten ansiosos debido a la falta de claridad acerca de cómo asumir su rol.

Partiendo de los principales cambios que se generan en la adolescencia, es esperable que en ocasiones se presenten momentos de tensión, especialmente en los temas asociados a la búsqueda de independencia, establecimiento de límites, preferencia de los adolescentes por compartir tiempo con los amigos y no con la familia, entre otros.

Para evitar tensiones innecesarias y procurar un mejor ambiente familiar, es importante considerar que nuestros hijos están en una etapa de desarrollo donde, a diferencia de la niñez, ahora son más independientes, buscan continuamente su identidad, tienen su propio criterio y tienden a cuestionar más tu autoridad.

¿Cómo evitar conflictos como responsable de personas adolescentes?

Para evitar tensiones frecuentes en la familia, una opción recomendable es llegar a acuerdos con ellos. No debemos esperar a que se presenten situaciones conflictivas. En la medida en que pongamos en práctica esta estrategia, habrá más posibilidades de que estas no ocurran.

Para lograrlo, les recomendamos seguir las siguientes pautas:

  • Consideremos la etapa de desarrollo. Por ejemplo, no es lo mismo llegar a acuerdos con un niño de 9 años que negociar con un adolescente.
  • Recordémosles siempre que nos importan y que nuestro principal interés es su bienestar.
  • Evitemos conversar cuando ambos o alguno de los dos estén molestos. Para conversar respetuosamente, es necesario que ambos estén tranquilos. Por lo general, cuando estamos enojados, decimos cosas sin pensar y de las cuales luego podemos arrepentirnos.
  • Escuchémoslos con respeto, esto permite que expresen lo que sienten y piensan, también evita juzgar sus opiniones.
  • Permitamos que propongan ideas o soluciones sobre cómo resolver o atender la situación sobre la que están negociando.
  • Comuniquemos con claridad nuestras expectativas, reglas o límites. De esta forma, evitaremos malentendidos. Recordémosles que hay normas que se deben mantener porque buscan su bienestar.
  • Cumplamos siempre con lo acordado, la coherencia es importante.

Es importante recordar que negociar con los hijos e hijas nos permite transmitirles confianza, demostrar que tenemos en cuenta su opinión y, sobre todo, mostrarles respeto y afecto.

¿Cómo incentivar la toma de decisiones en tus hijos e hijas?

En nuestra vida diaria, independientemente de la edad, nos encontramos constantemente ante la necesidad de tomar decisiones. Algunas son simples, como «¿Qué quiero almorzar hoy?», mientras que otras son más complejas, como «¿Qué profesión debo elegir?» Cuando tomamos decisiones, recurrimos a nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.

Es fundamental promover la toma de decisiones en los hijos para que puedan desenvolverse en su vida diaria. Al permitirles analizar y elegir entre diferentes opciones, les ayudamos a darse cuenta de que tienen la capacidad de decidir y asumir un papel activo tanto en su vida como en la dinámica familiar.

Al promover la toma de decisiones en nuestros hijos, fomentamos que se sientan importantes y que sepan que sus criterios y opiniones son tomados en cuenta.

Aquí hay algunas opciones para promover la toma de decisiones en hijos adolescentes:

  • Evitar rescatarlos en cada situación. Permitir que enfrenten altibajos les ayuda a desarrollar habilidades que fortalecen su desarrollo emocional.
  • Darles la oportunidad de tomar decisiones adecuadas para su edad, siempre dentro de un margen que garantice su seguridad física y emocional.
  • Permitirles analizar, comparar y valorar las diferentes opciones disponibles. Hacerles preguntas abiertas y consultarlos sobre sus posibles elecciones es una buena manera de fomentar la reflexión.
  • Fomentar que se conozcan a sí mismos, reconociendo tanto sus fortalezas como sus debilidades al tomar decisiones.
  • Recordarles que no existen decisiones puramente buenas o malas; cada una tiene consecuencias positivas o negativas. Los errores ofrecen oportunidades para aprender y crecer.
  • Enfatizar la importancia de tomar decisiones con calma y evitar hacerlo cuando se sientan emocionalmente alterados.

El aprendizaje de cómo tomar decisiones fortalece la autoestima de los hijos e hijas y los capacita para enfrentar los desafíos diarios. Acompañémoslos en este proceso.

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