Establecé relaciones de confianza con tus hijos e hijas
Todas las personas necesitamos estar en relaciones de confianza donde nos sintamos seguros, apoyados y valorados. Sentir que estamos rodeados de personas en las que podemos confiar, nos brinda seguridad emocional y física.
Establecer una relación de confianza con tus hijos, mejora el ambiente familiar y crea lazos afectivos fuertes con los diferentes miembros de tu familia.
Al establecer relaciones en un marco de confianza, la comunicación familiar mejora a la vez que favorece también, el sentimiento de libertad para expresar sentimientos y pensamientos sin exponerse a ser juzgado.
Como padre, madre o encargado cuando buscamos tener una relación de confianza con los hijos, les estamos demostrando que desde nuestra posición de persona encargada responsable tenemos la capacidad de tener una buena relación con ellos; sin que esto implique, que perdamos la autoridad como encargados de la familia.
Algunas sugerencias para promover una relación de confianza con los hijos e hijas son:
- Mostrar interés real en su mundo, en lo que les gusta, conocer sus amigos, sus sentimientos y opiniones, siempre en un marco de respeto.
- Aprovechar y buscar espacios para conversar y compartir. No debemos esperar a tener contacto con ellos, únicamente en momentos de conflicto.
- Comentarles y pedirles opinión acerca de algunos temas sobre los cuales debemos tomar decisiones. Además de que valorarán nuestro interés por conocer su opinión, también es una forma de motivarlos para que confíen en nuestra opinión cuando tengan que tomar alguna decisión.
- Buscar el espacio para pasar estar a solas con ellos. Esto permitirá conocerlos mejor y brindarles tiempo de conexión y afecto. Cuando haya hijos de diferentes edades, es usual concentrarse mayoritariamente en los menores, por eso es importante sacar el tiempo para compartir con ellos por separado.
- Práctica la escucha activa. Cuando conversemos con ellos, debemos prestarles toda nuestra atención. Escuchar lo que tienen que decirnos, evitar interrumpirles y juzgar lo que nos dicen. Valorar sus opiniones.
- Si en algún momento nos equivocamos, pedir disculpas es una muestra de madurez emocional, desmitifica la perfección y es un comportamiento positivo como persona encargada.
Recordemos que nuestros hijos necesitan saber que te interesas por ellos y que valoras lo que tienen que decir. Aprovecha cada día para que juntos construyan una relación basada en la confianza y el respeto mutuo.