El consumo de marihuana y el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores se ha incrementado en los últimos años, resultando cada día más atractivo para los adolescentes. Las presentaciones variadas, coloridas y llamativas captan la atención de las personas adolescentes y en muchas ocasiones no nos permiten detectar con facilidad que están iniciando en el consumo de sustancias como la nicotina y la marihuana.
En el mercado se han detectado muchas las presentaciones de estos productos, por ejemplo: en forma de lapiceros, de dispositivos USB o incluso de púas de guitarra. Los aceites que se utilizan también resultan muy atractivos, puesto que se ofrecen en una gran variedad de sabores como frutas, chile, entre otros. Estas características los hacen ver menos perjudiciales de lo que realmente son.
La popularidad de estos dispositivos incita a que algunos adolescentes experimenten, por lo que es importante que como padres, madres o encargados estemos atentos y sobre todo informados para orientarlos de la forma más adecuada. Recuerden que siempre es necesario ir un paso adelante en estos temas.
Aunque conversar sobre el consumo de drogas en la familia en ocasiones es un tema tabú, recuerden que lo que no les digamos en casa, se lo van a decir afuera sus amigos, la publicidad o algunas páginas de internet que promueven el consumo de estas sustancias perjudiciales para el desarrollo de las personas adolescentes.
Algunas formas en que podemos prepararnos para conversar sobre el tema son:
- Infórmense en fuentes confiables e investiguen sobre el tema. Así cuando se presente la oportunidad de conversar tendrán información que les permitirá argumentar su opinión y reforzar el mensaje de lo inadecuado que resulta que las personas menores de edad consuman este tipo de sustancias por más inofensivas que parezcan.
- Cuando conversen sobre el tema, transmitan información clara y objetiva acerca de las consecuencias y los efectos que el consumo de estas sustancias produce en su organismo. Recuérdenles que ellos están en pleno desarrollo físico y emocional y que esto los hace más vulnerables.
- Para hablar sobre el tema es importante que escojan un momento adecuado, aprovechando algunas situaciones que suceden cotidianamente para conversar sobre el tema. Por ejemplo, cuando van por la calle con sus hijos y ven a alguna persona envuelta en una nube de humo por usar vapeadores.
- Si sus hijos les comentan algunas situaciones relacionadas con el consumo por parte de sus amigos y conocidos, también pueden aprovechar estos espacios para conversar sobre el tema y favorecer en ellos un pensamiento reflexivo y crítico sobre el tema. Denles oportunidad de expresar lo que piensan sobre el tema.
- Eviten acudir a argumentos de tinte moral como por ejemplo “eso es malo”, “los que lo hacen son unos fracasados o tontos” porque si en algún momento ellos tuvieran dudas sobre el tema, difícilmente nos van a consultar porque de antemano saben los calificativos que utilizamos, para las personas que consumen estas sustancias. Al hablar sobre las sustancias psicoactivas, es importante que lo hagan evitando el morbo y la generación de temor.
- Si tienen dudas acerca del tema, es importante que puedan buscar apoyo de profesionales que les orienten y les brinden información que les proporcione más seguridad para conversar con sus hijos.
Buscar ayuda, no nos resta autoridad. Todo lo contrario, demuestra que tenemos interés por nuestros hijos y que nos preocupamos por su bienestar.