Según una reciente investigación publicada en el «European Respiratory Journal», el vapor de los cigarrillos electrónicos podría favorecer que las bacterias que causan neumonía, se adhieran a las células que recubren las vías respiratorias, aumentando el riesgo de infección. Este estudio, incluyó experimentos con células, ratones y humanos, demostrando que el vapor del cigarrillo electrónico tuvo un efecto similar a los efectos del humo del cigarrillo tradicional o de la contaminación por combustibles fósiles, que se sabe que aumentan la susceptibilidad a la infección pulmonar por bacterias neumocócicas.
Otro estudio publicado en la revista Thorax obtuvo como resultado que el vapor del cigarrillo electrónico aumenta la producción de químicos inamatorios en el pulmón y desactiva las células protectoras, que mantienen los espacios libres de partículas potencialmente dañinas.
Los hallazgos inducen a los investigadores a sugerir que, aunque se necesitan más estudios para comprender mejor los efectos a largo plazo, los cigarrillos electrónicos pueden ser más dañinos de lo que se pensaba, ya que algunos de los perjuicios observados en su investigación fueron similares a los de los fumadores regulares y personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Se sabe que hay que estudiar más el vapor de estos dispositivos, aunque cada vez hay mayor evidencia que lo relacionan con diferentes tipos de enfermedades, siendo la más frecuente y potencialmente fatal, las producidas a nivel de bronquios y pulmones. Las muertes de personas usuarias de vaporizadores, ocurridas en las últimas semanas en U.S.A., aumentan las sospechas en cuanto a que la principal afectación a la salud como consecuencia del uso de estos dispositivos electrónicos es en vías respiratorias. De ahí la recomendación que realiza el IAFA en cuando a no usarlos.