Tabaco, mujer y embarazo

Según un estudio de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, publicado en la revista New England Journal of Medicine, por lo general la dependencia a la nicotina es más fuerte en las mujeres, por lo que a ellas les cuesta más trabajo dejar de fumar que a los hombres.

Actualmente la mujer se encuentra en una mayor exposición a altos niveles de estrés, y riesgo de padecer ansiedad, depresión e incluso violencia; variables que inuyen en cualquier tratamiento para dejar de fumar.

Sin embargo, los principales factores que dicultan dejar de fumar para ellas son el temor a los síntomas de la abstinencia como el aumento de apetito y la falta de concentración, además, los ciclos hormonales están relacionados con una mayor posibilidad de recaídas.

Sin embargo, también se deben considerar las variables psicológicas y sociales ya que la conducta de ellas es más sensible al condicionamiento relacionado al humor y al afecto negativo que produce dejar de fumar, cuando en la mayoría de ellas, el cigarrillo se convierte en su compañero incondicional; más aun, cuando se sabe que la nicotina tiene propiedades antidepresivas, y las mujeres la metabolizan más rápido que los hombres, por lo que la depresión al abandonar el consumo puede ser más prevalente en ellas; tal y como se explica en el artículo.

El tabaco, la exposición diaria a la nicotina y sus otros tóxicos, afecta tanto a hombres como a mujeres por igual. Pero hay una serie de aspectos en relación a la salud reproductiva en los que, en general, la mujer se ve más afectada. el tabaco adelanta la menopausia, aumenta el riesgo de infartos de miocardio y de trombosis en las mujeres que toman anticonceptivos orales, inuye en los tratamientos de reproducción asistida y tiene múltiples consecuencias en el feto y en su desarrollo posterior. El tabaco altera la motilidad de las trompas uterina y puede producir mutaciones en los óvulos. Los hijos de las mujeres que fuman en el embarazo tienen una reducción en el peso al nacer.

Los anteriores, son solo unos de los tantos riesgos a los que está sometida la integridad de la mujer cuando consume nicotina y/o sus otros componentes.

¿Es recomendable fumar cuando se toman pastillas anticonceptivas? No es recomendable. La mujer que fuma suele tener una menopausia precoz. La que fuma cigarrillos y también toma anticonceptivos orales tienen mayor riesgo a padecer de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y vasculares que otros fumadores. Estas enfermedades son más propensas de aparecer en mujeres mayores de 30 años de edad

La lactancia materna es la mejor manera de alimentar a un bebé recién nacido. Pero las madres que fuman exponen a su bebé a todas las sustancias nocivas contenidas en un cigarrillo, a través de la lactancia materna. La nicotina, el monóxido de carbono y otras toxinas en el humo del tabaco entran al torrente sanguíneo de la madre, pasan al cuerpo del bebé y esto puede impedir que reciba los nutrientes vitales y el oxígeno que necesita para crecer y desarrollarse. Casi cada órgano en desarrollo es afectado por los productos químicos que hay en el humo del tabaco, provocando síntomas indeseables para su bebé tales como:

• Intranquilidad.
• Palpitaciones cardíacas más aceleradas.
• Periodos de sueño más cortos.

Dicho lo anterior, la mejor decisión que usted puede tomar es la de no fumar ni antes, durante, ni después del embarazo y que su hogar sea un hogar 100% libre de humo de tabaco manteniendo su vida, la de su bebé y la del resto de su familia, en un ambiente limpio y seguro.

Muchas. Las mujeres embarazadas que fuman cigarrillos corren mayor riesgo de tener entre otras, placenta previa, abortos espontáneos, niños nacidos muertos o niños prematuros (nacidos antes de tiempo). Si el niño logra nacer, es probable que sea con bajo peso y que se desarrolle más pequeño que los nacidos de mujeres no fumadoras sanas, también existe el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta. Algunos estudios de madres e hijas han encontrado también que si la madre fuma durante el embarazo hay mayor probabilidad que las hijas fumen.

No se conoce evidencia cientíca que demuestre que, si una mujer fuma durante el embarazo, su hijo será fumador en un futuro. Lo que sí se sabe, es que, por emulación o repetición de patrón de conducta, el bebe durante su niñez/adolescencia, podría convertirse en fumador.

También se sabe sobre las complicaciones que se puede tener durante el embarazo, cuando se fuma. Se mencionan algunas:

• Riesgo de sufrir complicaciones, como aborto o· parto prematuro.
• El bebé absorberá por vía placentaria, sustancias químicas que pueden dañar su crecimiento
• Un estudio reciente, realizado por el Instituto Nacional de las Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS) de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) que analizan los datos de 6.685 bebés y sus madres*.
• Alta probabilidad de nacer con bajo peso.
• Disminución en la cantidad de leche para amamantarlo.
• Leche contaminada con sustancias tóxicas del humo, que pueden dañar la salud de su bebé, entre otro.

Así mismo, los bebés de madres fumadoras tienen mayor riesgo de: contraer infecciones y de tener otros problemas de salud como:

• Nacer con algunas malformaciones congénitas entre ellas labio leporino, paladar hendido y malformaciones cardíacas.
• Tener síndrome de abstinencia a la nicotina al nacer (sobre todo en las mujeres que fuman mucho): los bebés nacen muy ·irritables.
• Morir de muerte súbita del lactante (los recién nacidos de madres fumadoras tienen el doble de riesgo de muerte blanca o muerte en la cuna).
• Enfermedades respiratorias (asma, bronquitis y neumonías a repetición).
• Otitis.
• Podría sufrir muerte súbita, que afecta con mayor frecuencia a los bebés de padres fumadores.
• Caries en los dientes
• Trastornos de conducta y problemas en la escuela.
• Trastornos de aprendizaje
• Obesidad y diabetes tipo 2.
• Adicción en la adolescencia (por repetición de patrón de conducta)
• Cáncer de pulmón u otros tipos de cáncer, enfermedades cardio respiratorias y otras, en la edad adulta.

El embarazo es una excelente ocasión para dejar de fumar, tanto por su salud como por la de su hijo. Si dejó de fumar durante el embarazo o durante la lactancia, por favor NO vuelva a fumar.

https://www.abc.es/salud/habitos-vida-saludable/abci-fumar-durante-embarazo-alterafeto-desarrollo-201603310233_noticia.html

Efectivamente, fumar acelera el proceso de envejecimiento de la piel de las y los fumadores. Provoca una disminución de la irrigación sanguínea en las capas más externas, además, la oxigenación de la misma y la producción de Vitamina A. también disminuye. Así mismo, los productos químicos contenidos en el humo, causan daños al colágeno y la elastina, que son bras que dan a la piel su fuerza y elasticidad. No solo se ve afectada la piel de la cara, sino además se da afectación en la zona interior de los brazos.